
Con la llegada de la primavera, el campo vuelve a rebosar de vida, principalmente las zonas húmedas. Para muestra, los primeros escarceos de esta pareja de
Erythromma lindenii en una charca abrevadero de la Sierra de San Pedro (Cáceres).

Los Odonatos, libélulas y caballitos del diablo -como el de la imagen- son uno de los grupos de insectos más fascinantes de observar y sobre todo de fotografiar.

Ejemplar macho de
E. lindenii posado sobre los
Ranunculus
Tándem de
Erythromma lindenii sobrevolando una charca de la sierra de San Pedro (Cáceres)
Hola José Manuel, toda una sorpresa este blog. Hay fotografías francamente interesantes y sumamente hermosas: las brumas del castillo de Alburquerque, los desaturados de los "amarelos" de Lisboa, el dinamismo de esas gaviotas de Praga...tienen su "cosa" especial
ResponderEliminarSeguiré tus inquietudes fotográficas. Gracias por seguir mi "Ciudad dormida".
Un abrazo
Víctor