Que viene el verano

El verano se acerca...

Molino del Medio (Robledillo de Gata)

Cómo emprender un viaje en el tiempo y en el esfuerzo humano en una sola estancia

Robledillo de Gata es uno de los pueblos más hermosos y cautivadores del norte extremeño. Está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto histórico artístico. Uno de sus atractivos más renombrados es el Molino del Medio, una iniciativa de D. Julio Rodríguez Calvarro que ha recibido varios premios, como el de la asociación española de municipios del olivo (AEMO). Se trata una vieja almazara que ya se usaba en la baja Edad Media, cuando empezaron a construirse en los cauces de nuestros ríos los primeros molinos hidráulicos para moler aceitunas. Probablemente, este molino haya estado en uso durante más de setecientos años, hasta 1976, evidentemente con diversas adaptaciones, como la maquinaria que aún se conserva y que se montó en 1934.

Se conoce como "Molino del Medio” porque antiguamente había otros aguas arriba y abajo en la misma localidad que hoy han desaparecido. Es un molino hidráulico que obtenía la fuerza motriz del agua del río Árrago que se desviaba con el fin de hacer girar la inmensa piedra de la imagen inferior.
 

Durante siglos era la fuerza motriz del agua la que hacía girar la piedra (rueda, muela o mola) que aplastaba la aceituna formando una masa que posteriormente era exprimida en una prensa de viga de piedra granítica, sistema que ya usaban los romanos.

En el museo, además del maravilloso molino con su maquinaria y la prensa, podemos encontrar retazos de la historia del aceite y de cómo se extraía de la aceituna. Amén de un sinfín de elementos relacionados con la recolección de la aceituna (cestas, canastas, varas de varear, albarda), para medir cantidades (cántaro, medio cántaro, cuartillo, azumbre, panillas), o que usaron aceite para iluminar (quinqués, candiles, faroles, lucernas), además de capachos o capacetas, diversos recipientes (tinajas, ollas, aceiteras, odres, cuernos), fotografías o datos sobre la maquila.

La energía (del agua, primero y de la maquinaria, después) era transmitida por un sistema de correas, ruedas dentadas y ejes de forma que se hacía girar la piedra de moler y, mediante un engranaje, accionar los pistones de la bomba para elevar la prensa hidráulica...