Es curioso comprobar cómo el perro empieza a sacudir su cuerpo desde la cabeza hasta la cola, sin moverse del mismo sitio. Gracias a estos movimiento logra secar su cuerpo y desprenderse como un aspersor de la capa de agua que lo envuelve en la primera imagen (tomada recién salido de la charca) hasta avanzar, con el pelo bastante seco, en la última.
sábado, 14 de agosto de 2010
lunes, 9 de agosto de 2010
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