Hubo un tiempo en que los libros de historia natural describían dragones, unicornios y otras criaturas que, evidentemente, siguen habitando entre nosotros como puentes con la Antigüedad, entre realidad y ficción, entre ciencia y mito.
Es tan real, que parece fabuloso.
Thaumetopoea herculeana, un congénere de la más conocida e impopular T. pytocampa, la procesionaria, una de esas criaturas que salen de la nada con la primavera y del mismo modo desaparecen convertidas en algo muy diferente
Esta criatura de apecto extraterrestre es una larva de una pequeña mariposa nocturna llamada Chrysodeixis chalcites, un Noctuido de la subfamilia Plusiinae que hace unas semanas decidió destrozar una de las plantas de mi terraza. Al menos, puedo consolarme porque me permitió contemplar y fotografiar en detalle uno de los procesos más fascinantes de la naturaleza: la metamorfosis.
Las lepidópteros son insectos holometábolos, es decir, que experimentan una metamorfosis completa. En estado larval, como se aprecia en las imágenes, son auténticas máquinas de comer. Completamente diferentes de los adultos en los que se convertirán.
Del huevo puesto por una mariposa nace una pequeña larva que, en esta caso, creció hasta un tamaño de unos 20 mm, a costa de mi pobre maceta, eso sí. Al cabo de unos días de suplicio por mi parte,con la planta casi destrozadas por su voraz apetito, la oruga se enrolla en una hoja en una hoja ayudándose con el hilo de “seda” que secreta y adopta la forma de pupa (crisálida en algunas especies).
Durante unos diez días experimenta un proceso fascinante de reorganización morfológica y fisiológica en el que, entre otras cosas, desarrolla complejos ojos compuestos, patas y alas aptas para el vuelo.
El lugar que acogió todo el proceso aparece vacío y seco cuando es abandonado por el adulto.
Es el fin del proceso, la eclosión de la forma adulta del insecto (llamada imago) una mariposa
En suma, un simple (y en este caso odioso) gusano acaba convirtiéndose en una sofisticada mariposa que emprende el vuelo (espero que lo más lejos posible) para aparearse y poner huevos. El ciclo comienza de nuevo...