...y una luna de luz amorosa, / presidiendo la atmósfera diáfana,
inundaba los cielos tranquilos / de dulzuras sedantes y cálidas.
¡Qué noches, qué noches! /¡Qué horas, qué auras!
(José María Gabriel y Galán: "Mi vaquerillo")
inundaba los cielos tranquilos / de dulzuras sedantes y cálidas.
¡Qué noches, qué noches! /¡Qué horas, qué auras!
(José María Gabriel y Galán: "Mi vaquerillo")
No es que sean las mejores imágenes de este tipo pero resulta curioso que ambas están tomadas el pasado 24 de mayo desde el mismo punto y a la misma hora con la misma cámara y la misma óptica. La única diferencia es un simple giro de la cámara sobre el trípode.
dices que no son las mejores imágenes, a mí me parecen fantásticas!
ResponderEliminarun abrazo.
A mí también me parecen magníficas.
ResponderEliminarImagino que sigues trasteándole los botones al 600 mm. He visto la entrada anterior, no podía imaginar que también pudiera hacer fotos tan de cerca, casi macros.
No, si al final!...espero que no pese mucho je, jee
Hola! La verdad que esos cacharros son un mundo. Pero un mundo al que hay que asomarse antes o después.
ResponderEliminarMe alegro de que te gusten
Y pesa, pesa muuucho
Un saludo
Alucinantes ambas, me gusta sobre todo la de la luna, qué nivel de detalle.
ResponderEliminarUn saludo!