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martes, 21 de mayo de 2013

De vacas, buitres y flores. A pocos metros del Festival de las Aves

 Festival de las Aves en Cáceres






¡Magia! (con una pequeña ayuda de PS)

 
Con notable éxito de crítica y público, se ha celebrado el Festival de las Aves en la espectacular Ciudad Monumental de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Este impresionante conjunto histórico-artístico alberga tanta fantasía entre sus centenarias piedras, que la myoaría de los visitantes no reparan en algunos de sus habitantes más singulares: las aves.
 Las torres de Cáceres están coronadas por nidos de cigüeñas.
Nidos de aviones cuelgan bajo los matacanes.
Cernícalos primillas se esconden bajo las tejas o en los agujeros que perforan las vetustas fachadas monumentales.
Cientos de vencejos perforan el cielo noche y día.



 Por todo ello, y además de sus certificados monumentales, el conjunto cacereño está declarado
Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Sí, ¡en el interior del núcleo urbano!
Y no es la única en Extremadura.
Más de una veintena de localidades extremeñas cuentan con esta figura por su gran importancia para las aves, principalmente por las colonias de cernícalo primilla. 


Y, además...

a pocos minutos de las ciudad de las aves (Cáceres se distingue al fondo a la izquierda en la foto) decenas de especies de aves tan espectaculares como los buitres de las imágenes siguientes. Y es que Cáceres está colgada del cielo por sus torres y rodeada por la ZEPA de los LLanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. A pocos kilómetros, el Monumento Natural de Los Barruecos, un poco más allá...

 Para no perdérselo.


A veces, los árboles no dejan ver el bosque. 
A veces, las flores no dejan ver los buitres. 
Es lo que tiene la primavera en Extremadura

(Podría ser un haiku, pero no)






Además de las numerosas especies que podemos ver en la ZEPA de la Ciudad Monumental de Cáceres, basta alejarnos unos pocos metros del casco urbano para contemplar especies tan llamativas como Buitres leonados (Gyps fulvus) o los inmensos buitres negros (Aegypius monachus). Es fácil verlos desde cualquier cuneta, flotando sobre las vacas o dejando ver entre las flores sus peladas cabezas manchadas de sangre.

7 comentarios:

  1. Excelente entrada con unas fotos buenísimas.
    Cuánta razón tienes con lo de las flores, y es que el campo está que se sale.
    Un saludo.

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  2. Desconcertante combinación: entre lo amenazador y lo bucólico. Abrazos.

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  3. Víctor Navarrete Llinás25 de mayo de 2013, 10:58

    Muy buenas, si señor. Imagino que acercarse demasiado a tanto buitre impone, al menos, respeto, ¿no? Menudo espectáculo.

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  4. La vida...
    Delicadas flores que dan color a la primavera y cientos de buitres, alguno con la cabeza ensangrentada

    Gracias

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  5. En ese magnífico paisaje, adornado de encinas y viboreras, paciente la vaca... Los buitres son el elemento vivo que lo compone.

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