El puente medieval (poco queda del romano) de Santiago de
Bencáliz se ubica a unos cientos de metros de la casa fuerte que le da nombre,
una peculiar construcción a caballo entre varios siglos y aún en uso, que en
otro tiempo pudo ser una de las mansio romanas que jalonaban la Vía de la Plata
entre Emerita Augusta y Norba Caesarina, a pocas leguas de la más conocida mansio
Ad Sorores.
En la Edad Media, el puente debió de tener cierta
importancia porque en este punto, el arroyo Santiago alcanza proporciones
amazónicas en época de lluvias, pues es una zona llana y proclive a las
inundaciones como bien saben los ingenieros que proyectaron la autovía dos mil
años más tarde que los romanos. Junto al vetusto puente está la poderosa casa
fuerte de Bencáliz, una de las muchas que podemos encontrar en estos parajes y,
la anexa ermita de Santiago; edificios ambos no muy ajenos a los sillares romanos.
En esta época medieval se rehízo el puente dándole esa forma
alomada tan característica pero manteniendo a grandes rasgos su estructura
primitiva, con un arco central de medio punto a base de sillares graníticos, al
que se le añadió un par de huecos cuadrangulares
a modo de aliviaderos. A diferencia de su vecino de Casas de Don Antonio, sin tajamares
que lo protejan de las corrientes.
Este pequeño, y en otro tiempo funcional puente, se
encuentra a pocos metros de la carretera N-630 y de la autovía A-66, conocida,
cómo no, como Ruta de la Plata. Fácilmente visitable a unos minutos al sur de
Cáceres, entre las localidades de Aldea del Cano y Casas de Don Antonio. En un entorno bien rehabilitado hace pocos años. Más
pistas? Justo antes de llegar al miliario XXVIII, que dejamos para otro día.